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Un Nuevo Modelo Para La Salud y La Enfermedad- page 95

Capítulo 9

ESTÍMULOS O INFORMACIÓN

12. El organismo siempre reacciona como una totalidad a cualquier estímulo dado. En su condición natural, el organismo reconoce un estímulo como información a la cual es susceptible, y por tanto vulnerable; esta susceptibilidad genera una atracción y respuesta al estímulo.

El estímulo puede ser específico como bacterias, microbios, virus, hongos, etc., o no específicos como cambios climáticos, penas emocionales, trastornos mentales, shocks, etc.
Un organismo se verá afectado sólo por aquellos estímulos hacia los cuales tenga predisposición y con los cuales tenga una afinidad particular; esto será llamado susceptibilidad. Todos los otros estímulos lo dejarán inalterado o ileso.
La susceptibilidad a ciertos estímulos debe ser entendida como un estado de salud potencialmente precario, que el organismo ha tenido desde el nacimiento o ha desarrollado después de ciertas tensiones (estrés). En cierto punto mientras el organismo se encuentra bajo estrés, esta susceptibilidad a ciertos estímulos se despliega como una condición patológica real (en una enfermedad aguda o crónica). Estas reacciones (síntomas de enfermedades) son necesarias por el organismo para poder contra atacar el estrés. Este despliegue es un proceso natural que emana de la ley de selección, la cual expone que si el individuo es suficientemente fuerte, sobrevivirá la crisis y saldrá de ella profundamente “depurado” y aún más fuerte.
La situación es enteramente diferente si el organismo es asaltado por una droga poderosa que le sea introducida (especialmente a largo plazo). Estas drogas con y sin receta que son ingeridas diariamente por millones de personas (pacientes, drogadictos, etc.) en todo el mundo, tienen un poder ilimitado para destruir las defensas del organismo humano, especialmente su sistema inmunológico. El SIDA, el Síndrome de Fatiga Crónica por Disfunción Inmunológica (CFIDS, por sus siglas en inglés), cándida, cáncer, esquizofrenia, artritis, arterosclerosis, demencia de Alzheimer y otras enfermedades crónicas degenerativas, son unos pocos ejemplos de las consecuencias de tales violaciones a la ecología del cuerpo.