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Un Nuevo Modelo Para La Salud y La Enfermedad- page 92

Capítulo 8

EVOLUCIÓN O DEGENERACIÓN

11. El ser humano debe ser entendido como una unidad de energía muy compleja con el potencial ya sea para la evolución o degeneración.

Con evolución queremos decir un grado mayor de coherencia en sus patrones de información, que lleven a una capacidad intensificada para la creatividad y longevidad.
Con degeneración queremos decir un mayor grado de confusión en estos patrones de información con una tendencia incrementada para la destrucción.
Todo ser humano tiene el potencial para ser más cohesivo, completo y organizado; y por tanto para progresar hacia la regeneración. Pero al mismo tiempo, existe para él, el potencial de ser afectado adversamente por diferentes factores negativos externos o internos, que pueden desorganizar y provocar la degeneración de todo su sistema.
Aquello que evoluciona o se regenera no es sólo el cuerpo material, sino los aspectos emocionales y espirituales del ser humano. Estos dos aspectos (El material y el espiritual-psíquico) pueden no coincidir en su progresión o regresión. En otras palabras, mientras el cuerpo físico puede estar degenerándose, el nivel mental – y especialmente el aspecto espiritual de ese nivel – puede progresar a un grado mayor de coherencia o viceversa. Por ejemplo, durante un periodo en el que el cuerpo esté padeciendo una grave enfermedad crónica, los planos psíquico-espirituales de este ser humano, pueden progresar a mayores grados de organización y coherencia. Tenemos ejemplos de genios cuya capacidad para logros científicos o artísticos, fue mayor en una época en que sus cuerpos físicos estaban degenerando a consecuencia de una enfermedad crónica. Tampoco es accidental que muchas veces presenciemos un fenómeno extraño en aquellos que están muriendo de enfermedades graves. En este momento sacan lo mejor de sí mismos, mostrando un fuerte giro mental espiritual y una disposición afectiva que no habían mostrado antes en su vida, cuando eran considerados “sanos”.
También podemos presenciar lo opuesto –gente mentalmente enferma exhibe una tremenda resistencia en su cuerpo físico; rara vez se enferman aún cuando estén sujetos a situaciones severamente peligrosas. Al contrario de los niños “sanos”, los niños autistas rara vez contraen enfermedades agudas o infecciosas. Es un hecho bien establecido que los pacientes con enfermedades mentales graves en guardias