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Un Nuevo Modelo Para La Salud y La Enfermedad- page 175

Hahnemann demostró brevemente que:
1. Una cura se lleva a cabo con ciertas leyes de curación que existen en la naturaleza.
2. Nadie puede curar fuera de esas leyes.
3. No hay enfermedades como tal, solo individuos enfermos.
4. Una enfermedad es siempre dinámica por naturaleza, así que el remedio debe estar en un estado dinámico si va a curar.
5. El paciente no necesita ningún otro remedio en cualquier etapa de su enfermedad y sólo un remedio en particular. A menos que se encuentre ese cierto remedio, su condición no se curará, pero en el mejor de los casos será mitigado.

La homeopatía pronto ganaría una amplia aprobación a través de Europa y el mundo, dados sus resultados curativos dramáticos, cuando se publicó por primera vez su trabajo, se encontró con una amarga oposición de los doctores que aún prescribían sangrías, purgantes y agentes diaforéticos o sudoríficos. Hahnemann no se desalentó. Era un individuo brillante y como tal, estaba acostumbrado a ser malentendido.
Thomas Bradford, su primer biógrafo describe como el padre de Hahnemann acostumbraba a encerrarlo con lo que llamaba “ejercicios mentales” – problemas que el niño había solicitado resolver el mismo. De esta manera Hahnemann había aprendido a desarrollar el uso de la intuición y discernimiento y llegado a conocer las limitaciones de la lógica intelectual.
Hahnemann era claramente precoz para virtualmente todo lo que intentaba. Cuando tenía doce años, su maestro lo puso a enseñar griego a los otros alumnos. Para pagarse los estudios universitarios de química y medicina, traducía libros del inglés al alemán. Se graduó como médico en la universidad de Liepzig en 1779 y poco después comenzó a publicar una serie de trabajos de medicina y química. En 1791, su investigación en química le ganó la elección a la Academia de Ciencias en Mayence. Su Apothecary’s Lexicon (Diccionario del Apotecario), llegó a ser un libro de texto estándar de la época, y fue elegido entre todos los médicos de Alemania para estandarizar la Farmacopea Alemana.
Para la consternación de sus colegas y amigos, Hahnemann dejó la medicina. Como escribió a un amigo:
“Era una agonía para mí el caminar siempre en la oscuridad, cuando tenía que aliviar al enfermo y prescribirle de acuerdo a tal o cual hipótesis referente a las enfermedades, sustancias que tenían su lugar en la Materia Médica por una decisión arbitraria. Después