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Un Nuevo Modelo Para La Salud y La Enfermedad- page 145

en su tiempo, pero las enfermedades no han sido eliminadas aún cuando este dictamen ha sido seguido rigurosamente.
“El periodo alguna vez llamado eufemísticamente La Era de la Drogas Milagro está muerto. Sólo los observadores más optimistas pueden creer que tenemos mucha oportunidad de volver a capturar el espíritu y esperanza de esa era de hace cuarenta años. Y sólo el más miope puede esperar ver una reconstrucción de esa maravillosa era, cuando creíamos que estábamos al borde de conquistar químicamente todas las enfermedades infecciosas. Tratamos y ganó la habilidad evolutiva del mundo microbiano. 6
Durante la época de Pasteur, hubo otro científico francés llamado Bechamp que propuso una teoría exactamente opuesta a la de Pasteur. Bechamp sostenía que era principalmente el “suelo” o condición del organismo huésped en el momento, el que determinaba si el individuo iba a caer enfermo o no. El mundo siguió a Pasteur porque sus teorías parecían más “lógicas”, mientras que las de Bechamp eran bastante peculiares y difíciles de probar.
En ese tiempo, la medicina alópata estaba comenzando a establecerse como la principal modalidad terapéutica en el mundo. Cuando las compañías farmacéuticas se unieron a la batalla y ejercieron su poder para influenciar a los doctores para que prescribieran únicamente sus productos, se aseguró virtualmente la supremacía de la alopatía. Como consecuencia, las ambiciones y retórica de mentalidad estrecha de sus instituciones llegaron a dominar el mundo entero de la medicina occidental.
Es mi creencia, que en el futuro los dictámenes de enfermedad que impone la medicina alópata, no sólo se probarán erróneos sino desastrosos para la humanidad. La historia mostrará que Pasteur, y con él el resto del mundo, malinterpretaron los fenómenos que él observó. Actualmente las teorías de Bechamp están siendo reexaminadas por varios científicos. Dichas investigaciones están prestando creciente plausibilidad a sus ideas.
A principios del siglo pasado, un poco antes de la época de la disputa entre los dos científicos franceses; Pasteur y Bechamp, un médico estadounidense llamado J. T. Kent escribió en su libro Lectures on Homeopathic Philosophy (Lecturas sobre Filosofía Homeópatica): “Las bacterias son resultado de la enfermedad. Con el transcurso del tiempo podremos demostrar perfectamente que esos pequeños tipos microscópicos no son la causa de la enfermedad, sino que llegan después, que son carroñeros que acompañan a la enfermedad.