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Un Nuevo Modelo Para La Salud y La Enfermedad- page 88

resultado experiencias muy aterradoras. Muchas veces los resultados negativos de estos “viajes”, permanecen de por vida.
Aparte de usar medios químicos para lograr la disociación de cuerpo y mente, hay ejercicios mentales y espirituales que pueden proporcionar a quien los practica, una sensación de “paz mental”, junto con un sentido de “regeneración”. Todas estas prácticas llamadas esotéricas o místicas originadas principalmente en oriente, basan su éxito en un hecho simple – Si la mente lógica se acalla lo suficiente, o se detiene por completo en su actividad, sobreviene un sentido de paz profunda y regeneración.
Debe aclarase que las experiencias espirituales o místicas no pueden ser el resultado de condiciones inducidas forzadamente, sino son la culminación de esfuerzos maduros y espirituales continuos.
Para obtener un estado permanente de “conciencia alterada”, el individuo debe superar ciertos patrones conductuales automáticos y el acondicionamiento de la mente requiere de un “súper” esfuerzo por parte del individuo. El logro de un estado temporal de “conciencia alterada”, puede lograrse muchas veces a través de la meditación, plegaria, contemplación, drogas, etc. Todas estas experiencias; señalan el hecho de que el organismo humano está en posesión de un potencial de regeneración y evolución espiritual infinitos. Sin embargo; la entrada “inautorizada” a tales reinos guarda sorpresas desagradables para el intruso, similar a la misma manera en que se siente uno enredado en una pesadilla.
Como ya se mencionó, la pureza, claridad y coherencia de los campos de energía del individuo, determinarán la calidad de la “energía cósmica” con la cual entraremos en contacto. Para aclarar aún más este punto, podemos decir que el cuerpo etéreo (campos de energía), de cada individuo no son totalmente positivos o totalmente negativos, sino una mezcla de los dos, y por tanto el grado de claridad o en términos religiosos pureza; es siempre relativa, nunca absoluta. Nadie es absolutamente puro o absolutamente malo. Sólo hay grados relativos de pureza o impureza, de la misma manera en que hay grados relativos de salud y enfermedad. Así que, tan simplista como pueda parecer, mientras más pura sea una persona en un momento dado, la experiencia de disociación será más placentera y regenerativa.
Como ejemplo, digamos que usted pasó por una experiencia religiosa en confesión. Con absoluta sinceridad, confesó todo lo que agobiaba su alma y salió rejuvenecido y feliz. Si en este momento de máxima pureza usted tiene una experiencia de disociación, entonces va a ser una muy placentera.
Posteriormente usted acumula de nueva cuenta algunas malas experiencias. Usted comete transgresiones, actos que considera inmorales, faltos de ética y malos. A continuación de estos actos se presenta la situación en donde usted, el mismo