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Un Nuevo Modelo Para La Salud y La Enfermedad- page 87

10. La “disociación” es esencial para la continuidad de la vida.

Cuando el cuerpo físico ya no es capaz de continuar con su función por encontrarse muy cansado, exhausto o lastimado, la disociación es absolutamente necesaria para prevenir mayor deterioro.
Es sólo durante tal estado, que el flujo de energía necesario para la regeneración del individuo, puede llevarse a cabo. El proceso debe ocurrir de una manera natural, libre de efectos de estimulación química.
La capacidad de desconectarse a voluntad, presupone un alto grado de evolución del individuo y le da la posibilidad de regenerase a voluntad.
Para que la regeneración se lleve a cabo, la mente conciente, junto con los cinco sentidos físicos debe desconectarse de manera natural; por ejemplo el dormir, estados de concentración, auto-hipnosis, estados meditacionales, estados extáticos, experiencias religiosas profundas, exteriorizaciones yóguicas, etc. En otras palabras, el individuo tiene que cortar su conexión con el mundo físico.
Durante el proceso de disociación, habiendo perdido el control sobre su cuerpo físico, el individuo normal abre su ser a la influencia de los campos cósmicos (universales) de energía que son los más similares a las frecuencias vibratorias de sus propios campos. Es por esto que gente diferente tiene experiencias diferentes durante tales estados, algunas muy atemorizantes y otras muy placenteras.
Debe notarse que la juventud de hoy y de décadas recientes, ha estado intentando con desesperación y gran ahínco adquirir la habilidad de exteriorizarse de sus cuerpos. Al tratar de lograrlo han usado drogas alucinógenas, estudiado y practicado filosofías orientales y adoptado nuevas formas y maneras de vida. Estos jóvenes usualmente buscan experiencias espirituales o místicas.
El empleo de agentes alucinógenos ha sido conocido desde tiempos antiguos, pero estaba relacionado muy de cerca con ceremonias místicas o religiosas. Los iniciados de antiguos países como Grecia, Egipto y la India usaban personas específicas que estaban dotadas de una sensibilidad o “sexto” sentido. Bajo el hechizo de una ceremonia mística y ayudados por drogas específicas; estas personas estaban en posición de develar misterios y prever eventos o situaciones futuras.
El uso de tales agentes en nuestros tiempos modernos tiene poco que ver con tales experiencias místicas y muchos jóvenes experimentan una ampliación de sus propios miedos o deseos, en lugar de una verdad objetiva o eventos futuros. Como consecuencia de este acercamiento “irracional”, los resultados son insignificantes o desastrosos. La experimentación negligente con drogas, frecuentemente da como