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Un Nuevo Modelo Para La Salud y La Enfermedad- page 84

f. Trances yóguicos y religiosos
Hay muchos reportes acerca de yoguis, especialmente de la India, que permanecen en trance por días. “Salen” de su cuerpo, sin embargo al mismo tiempo su cuerpo físico permanece completamente rígido. Desde luego, esos estados son extremadamente regenerativos, pero muy difíciles de alcanzar por la gente común. Tales trances son logrados activa y concientemente por yoguis u otros adeptos religiosos. En otras palabras, el individuo por si mismo corta su conexión con el mundo físico-material. Hay tantos testimonios de tales incidentes que el concepto no requiere mayor documentación. 14-24
En tales casos, de acuerdo con el principio de similar atrae a similar, la pureza, claridad y coherencia del campo del individuo, determinará la calidad (regiones superiores o inferiores) de la energía universal con la cual entrará en contacto. En esta clase de disociación el individuo renuncia al control conciente de su cuerpo y abre su ser a la influencia de los campos cósmicos (universales), que son más similares al suyo en calidad o frecuencia vibratoria.

Figura 17: Estados yóguicos: El cuerpo se inmoviliza y se separan por completo los cinco sentidos.

g. Esquizofrenia
En esta enfermedad, como en otros desórdenes sicóticos, el paciente vive en una condición de exteriorización parcial (disociación), en un lugar indeterminado entre el mundo físico y el mundo de los sueños. Es capaz de recibir impresiones de ambas esferas al mismo tiempo. Es interesante hacer notar que la palabra esquizofrenia, la cual viene del griego, significa literalmente una separación o desconexión de la mente. Lo que es de gran importancia, es que las drogas químicas pueden inducir tales estados; nótense los efectos de las drogas alucinógenas. 25-29

Figura 18: Estado esquizofrénico: Alucinación.

h. “Disociación” inducida químicamente usando drogas alucinógenas
Este es un fenómeno muy conocido y completamente documentado. 6.12 30-48 En esta condición, se sabe que aquellos que ingieren el alucinógeno pueden pasar horas o aún días en estado de “disociación”. En este estado, la persona drogada percibe otros mundos etéreos, perdiendo a menudo la capacidad de discernir las realidades objetivas de este mundo físico.